Cuando comienzo un nuevo proyecto hay un tiempo de meditación en el que intento interiorizar el texto leyéndolo varias veces y haciéndolo “mío” de alguna forma pero, en el momento en el que empiezo a trabajar, me dejo llevar ya por la intuición. No tengo unas pautas o un procedimiento definido. Últimamente, utilizo fotografías, dibujo y pinto encima de ellas pero, finalmente, es el texto el que me sitúa en uno u otro terreno plástico.
Los niños, intuitivamente, son perfectamente capaces de entender cualquier elección plástica de una forma sencilla y natural. A través de los libros, cualquier niño puede percibir inconscientemente conceptos como la geometría, el color, la composición, la armonía o el gesto y disfrutar de ellos. Somos los adultos los que, cargados de prejuicios, decidimos qué puede o no puede entender un niño según qué entendemos o no entendemos nosotros mismos. Igual que nos ocupamos de que nuestros niños se vistan o coman de forma saludable, también tenemos una responsabilidad enorme a la hora de educar la manera de mirar el mundo, incluyendo su forma de acercarse al arte. En ese aspecto, los libros tienen un poder indiscutible. Una lectura amplia, tanto de textos como de imágenes, no solo desarrolla la capacidad creativa, sino también la actitud crítica y reflexiva que tanta falta hace en estos momentos. Estar preparado para solucionar problemas y solucionarlos de forma creativa es cada vez más necesario en la realidad que nos ha tocado vivir.
Pienso que ciertamente es así pero no sé por qué. Si bien es verdad que la ilustración está adquiriendo cada vez más presencia dentro de las Artes Plásticas, aún hoy, en nuestro país, ambos mundos siguen su desarrollo de forma paralela, sin cruzarse. De hecho yo “aterricé” en la ilustración desde la pintura partiendo de un desconocimiento profundo que me llevó a hacer, durante años, un tipo de trabajo en el que no volcaba ninguna emoción. Sin embargo, hoy por hoy, no establezco diferencias entre las distintas disciplinas artísticas siempre y cuando se respete su esencia. Lo interesante es que la manera de enfrentarte al proceso creativo sea desde la honestidad. De todas formas, algo está cambiando. Me parece muy importante que el libro ilustrado haya sido incluido, a través de la sección Book-in, por dos años consecutivos, en la prestigiosa Feria de Arte Múltiple ESTAMPA, ocupando un lugar al lado de la fotografía, la escultura, el grabado, el vídeo, el sonido o el diseño. Es un gran paso.
No puedo concretar nada todavía pero tengo varios proyectos para el 2014 que me ilusionan, todos ellos situados en esa imprecisa franja de la literatura para adulto que me gustaría que leyeran mis hijas.
Gracias Mónica!